La democracia que tenemos en España no funciona: no hay separación de poderes, no hay entidades de control independientes, y la máquina de propaganda parece capaz de arrasar con todo mientras se mantenga el fútbol y el famoseo en la televisión. A veces me pregunto qué es lo que arreglaría si estuviera en mi mano arreglar una sola cosa, y aunque intente evitarlo siempre llego a la misma conclusión: la prensa. El famoso cuarto poder.
La prensa en España no funciona. Es de hecho bastante patética, y es que no se puede esperar demasiado de empresas que dependen en un alto porcentaje de los ingresos que obtienen a través de concesiones administrativas. Las licencias para emitir señales de televisión las conceden los políticos, y lo mismo sucede con las licencias de radio. Incluso las empresas que empiezan siendo solamente un periódico, en cuanto pueden se hacen con alguna licencia de radio. La prensa en España es poco más que un altavoz de los políticos, y de hecho la política de partidos, que es la que interesa a los políticos, y no la política de iniciativas, que es la que debería interesar a los ciudadanos, es la que lo copa todo..
Nunca una información fuera del discurso político general, y nunca, jamás, revelar las vergüenzas de una gran empresa, que al fin y al cabo no deja de ser un anunciante en potencia. Como muestra un botón: escuchando el podcast No Agenda, me entero de que a finales de Febrero un laboratorio farmacéutico envió por error unas vacunas contaminadas con el virus de la gripe aviar. ¿Alguien se acuerda de la gripe aviar? Hace un par de años, durante el Verano, todos los medios dedicaron un enorme esfuerzo en asustar a todo el mundo con la amenaza de la gripe aviar. Se nos venía encima una plaga peor que la peste negra. Bueno, pues resulta que ese virus tan peligroso ha estado a punto de empezar su gira europea por un error, y nadie ha dicho nada en España. En otras partes se ha publicado poco, pero quien quiso se enteró. Aquí nada de nada.
Esto no funciona…